El maltrato es una forma de dominio. Ejercer el poder en otras personas.
Por sobre el agravio, se esconde la forma de opresión. Tanto hombres como mujeres, con características predominantes las ejercen sobre los otros
Ya sea a nivel convivencia, laboral, colectivos etc.
Acosos verbales desacreditando, humillando, esclavitud mental, entre otros.
Inconscientemente, sin notarlo la persona humillada, va cediendo adaptándose a la voluntad del humillante, terminando por no ofrecer resistencia.
Aún en contra de si. No responde a sus ideas ni raciocinio.
El mayor caso de violencia es contra la mujer. Pocos son los casos del hombre maltratado.
En caso de la mujer. El hombre acosa a través diversas formas. El acoso en lo laboral, uno es el acoso sexual.
Al no obtener aceptación y al no acceder a los requerimientos, ejerce su maltrato donde; Recaerán sanciones en el trabajo, argumentando incapacidad para lograr que su tarea sea ejecutada con idoneidad. Amenazas de despido, bajas de sueldos, argumentado crisis financieras etc.
Muchas mujeres terminan sometidas, ante el miedo de perder su empleo.
En el hogar, el hombre emplea armas de desacreditación, constantes agravios, hacer sentir a la mujer que no sirve para nada, que es una inútil, menospreciándola, enviándole certeros dardo mentales.
La mujer ante estas agresiones permanentes, nota que su autoestima queda tan deteriorada, que la hace dudar, y termina justificando que merece ser tratada de tal manera.
Su crisis emocional se acentúa, resignándose a ese trato mezquino, de seres irracionales.
El maltrato o violencia sicológica no es dominio solamente de la clase baja, como vulgarmente se piensa, en altas esferas sociales también se padece.
En la vida cotidiana fuera del hogar. Ellos, son joviales, se comportan como personas bondadosas y amigables. Estando su mujer presente el trato es muy bueno ‘No sea que los demás descubran su verdadera personalidad’.
En este círculo enfermizo transcurre la vida de la maltratada. A veces derivando en diversas patologías.
Incontables veces por depender en la parte económica de su pareja y al no contar con su propio sustento no saben, ni pueden salir de un ambiente plagado de violencia. El hombre ante este caso, ejerce muy marcada la manipulean con el dinero que ellas no tienen.
Estos hombres muchas veces gozan de los sometimientos logrados por la descalificación de la mujer.
Otros concientes del daño que producen, prometen cambios que nunca llegan. Repitiendo aún más la violencia sicológica hasta poder convertirse en física. Estos hombres generalmente reniegan de una ayuda terapéutica.
Otros que reconocen estar enfermos, que si, aceptan un tratamiento, pueden lograr excelentes logros para él y su maltratada mujer. Llevando una vida juntos en armonía.
Como primera medida la mujer debe salir del despegue del maltrato. No, dejándose estar a merced de la sicopatia del otro.
Pedir ayuda a familiares amigos. Fundamentalmente recurrir a profesionales idóneos, realizando terapia individual también se puede complementar en grupos de ayuda.
Se encuentran en diversos lugares servicios libres de costos.
Siempre puede haber una vida mejor.
María Rosa D’Elia Demetilla