Cuando leí
lo sucedido al gato de Daniela Cardone. Me produjo un cúmulo de recuerdos de mi
gato Nicolás….
Cada uno
maneja su dolor y angustias como puede.
En mi caso,
cuando murió me desgarré de dolor (solo
pueden comprender lo que escribo, quien realmente ama a sus mascotas)
No tome su
misma determinación, pero la comprendo
A Nicolás, ante mi terrible tristeza le dediqué mi homenaje escribiendo una página en mi Web. ‘Mi
gran gato Nicolás’ con una melodía‘Cuando un amigo se va…’ Aún hoy, lágrima escapan de mis ojos.
Nicolás
Daniela adoptó la taxidermia de su gato, por sentir que no estaba preparada para
transitar tanto dolor… ¿Quien puede juzgar su acción…? ¿Un amigo? Que a veces algunos no se acercan cuando más los necesitamos... simplemente con
una palabra… un café de por medio…un llamado tel. ¡Olímpicamente se borran…!
Posiblemente
ella tuviera la única compañía real de su gato, que nos dan un amor
incondicional…
Aún sin vida lo necesita tener presente ¡En sus
brazos! ¡Junto a su corazón...! ¡Como esperando un milagro! ¡Pensar que esta allí, a
su lado!
¿Quién puede
juzgar si esta bien o mal que paseé con
su mascota sin vida? Si ella siente
consuelo a tanto dolor… ¿A quien daña…?
Pasado el tiempo del duelo, verá a su mascota con más tranquilidad, ¡A la distancia...! en una envolvente ternura que quedará al recordarlo.
Pasado el tiempo del duelo, verá a su mascota con más tranquilidad, ¡A la distancia...! en una envolvente ternura que quedará al recordarlo.
Maria Rosa D'Elia Demetilla